En Dorium queremos resolver todas tus dudas sobre los distintos procesos de maduración de la fruta, pero te contamos que nuestros productos, que son cuatro tipos de frutas tropicales, ¡Los recolectamos directamente del árbol! ¿Por qué comer fruta madurada en el árbol? ¿Es mejor que la que se madura con etileno? ¡Te lo contamos!

Los tipos de maduración de las frutas

En Dorium puedes encontrar cuatro frutas tropicales: piña, aguacate, papayón y mango. Se trata de cuatro delicias que, aunque son diferentes entre sí, guardan algo en común. Poseen una textura y un sabor inconfundibles. Pero, además, nuestros productos presumen de un sello de calidad, pues, al adquirir cualquiera de ellos, estarás llevándote a casa, fruta madurada en el árbol. ¿Esto qué quiere decir? Que la recolectamos solo cuando ya ha alcanzado su punto óptimo de maduración y, por lo tanto, ya cuenta con todas sus materias primas de sabor. Básicamente, cuando las llevas a casa, ya están listas para comer y no necesitas esperar a que maduren.

Es importante que sepas que no todas las frutas maduran de la misma manera, sino que existen distintos tipos de maduración que varían en función de la fruta e, incluso, del tipo de cultivo.

Maduración artificial

Empecemos por la maduración artificial, un proceso que ocurre en los cultivos intensivos con floración artificial. Este es un caso que ocurre en algunos productos como los limones. Estos pasan por unas salas especiales a temperatura controlada de entre 20 y 24º C. Los frutos permanecen en esta sala durante dos días y entran en contacto directo con un gas, el etileno. Es precisamente el etileno el que se encarga de modificar el color de la piel y le quita el color verde de la cáscara. Un proceso que, ocurriría de forma natural a largo plazo, pero, en este caso, se hace de manera artificial.

En el caso del proceso artificial, el etileno desencadena una serie de reacciones que concluyen en la maduración temprana de frutos que, al recolectarse, están inmaduros. ¿Pero sabías que las frutas ya producen etileno por sí mismas? Centrémonos en la piña, un producto delicioso que, al igual que los cítricos o los melones, no acumulan almidón ni mejoran sus características después de la recolección. Esto quiere decir que la calidad depende exclusivamente de cuánto maduró la fruta en el árbol. Si se recolectan antes de tiempo y para acelerar el proceso, se recurren a técnicas artificiales.

Fruta madurada en el árbol, ¿Por qué es mejor?

En general, todas las frutas tienen mucha mejor calidad y un sabor más delicioso si se dejan madurar en el árbol. ¿Por qué? Porque la fruta madurada en el árbol acumula, hasta el último momento, todas las materias primas del sabor hasta que se lleva a cabo la recolección. Esto, como ya adelantamos, es precisamente lo que hacemos en Dorium. La fruta madurada en el árbol tiene la particularidad de ser jugosa y tener un sabor que mezcla a la perfección el ácido y el dulce, cosa que produce una sensación refrescante. ¡Y más si se trata de frutas tropicales! Esto solo se puede conseguir cuando se deja a la fruta madurar en el árbol y se recolecta en el momento preciso.

¿La fruta madurada en el árbol es mejor que la que se madura en etileno de forma artificial? ¡Sí! ¿Por qué? Porque mientras más tiempo permanezca en el árbol, más oportunidades de que mantenga todas sus propiedades. Este caso aplica a frutas muy específicas como el mango y la piña. La fruta madurada de forma artificial con gas etileno no es que sea mala para la salud, simplemente que no cuenta con las mismas propiedades que la que recibe un proceso natural.

Fruta madurada en el árbol: El proceso natural con etileno

Ya hemos visto que la maduración artificial, que suele producirse en los cítricos como el limón, consiste en agregar etileno. Pero te contamos que el etileno es algo presente en las frutas y, si te das cuenta, algunos productos aun después de llevarlos a casa, siguen madurando con los días. Si eres un asiduo consumidor de frutas, te habrás dado cuenta de que algunos productos continúan madurando después de arrancarse del árbol; otros, sin embargo, se estropean a los pocos días de llegar a tu mesa y sin haber madurado del todo. ¿Por qué? El secreto está en el etileno.

Ya hemos visto que el etileno es un gas presente, de forma natural en las frutas, pero también está en las plantas y contribuye en al proceso de desarrollo y maduración. Durante las primeras fases de desarrollo, los frutos absorben savia acuosa; la savia acuosa es un compuesto de vitaminas, minerales, azúcares simples, almidón, etcétera. También se hacen con alcaloides y taninos que son para defenderse ante los depredadores.

Hacia el final del proceso de maduración, el almidón se descompone en moléculas sencillas que hacen que la fruta adquiera un sabor dulce. Por otra parte, los hidratos de carbono se desdoblan y ablandan los tejidos celulares. Es así como los alcaloides y taninos (que son venenosos), dejan de ser tóxicos y se transforman en compuestos aromáticos y sabrosos. Mientras todo este proceso de maduración ocurre, la fruta cambia de color y pasa de ser verde a pigmentarse en tonalidades, rojas, naranjas, amarillas… ¡Y resultan atractivas a la vista! Es en este punto cuando la fruta está lista para ser consumida.